El Westy y la leishmania
Una de las razas de perros más pequeñas y de pelaje blanco es el West Highland White terrier o Westy, un perro audaz y simpático favorito de muchas familias, tiene carácter y personalidad, es muy inteligente, seguro y valiente, siempre se confía en su instinto cazador y buen olfato. Sin embargo, como muchas razas de perros puede padecer de leishmania.
¿Qué es y cómo afecta?
La leishmania en los perros es una enfermedad generada por protozoos del género leishmania, pueden padecerlos todos los perros exceptuando a los canes de Oceanía. Además, su agente etiológico actúa tanto en perros como humanos.
En el caso de los Westie pueden tener leishmaniasis asintomáticos por cierto tiempo, o con síntomas diferentes dependiendo de dónde se reproduce el parásito, como la inflamación localizada no supurativa en algunos órganos, sufrir hepatitis crónica o nefritis intersticial, dermatitis o manifestaciones como vasculitis, uveítis, artritis y glomerulonefritis.
En la mayoría de las razas de perros la leishmaniosis se presenta de dos tipos: visceral y cutánea, siendo esta última la más frecuente y se caracteriza por el desarrollo de signos dermatológicos hasta en un 80% de los casos.
Entre sus síntomas, se presenta la alopecia con una capa de pelo fino, seco, quebradizo y sin brillo y además, pierden el pelo en orejas y cerca de los ojos. Otro síntoma es la dermatitis ulcerativa de forma nodular y ulceraciones en las membranas de las mucosas.
La hiperqueratosis es un síntoma que les causa excesiva descamación y engrosamiento de la piel, la cual también les ocasiona la pérdida del color en su piel y grietas en el hocico. Las uñas de los perros se tornan frágiles a causa de los parásitos. Las zonas axilares y ganglios poplíteos se afectan, al igual que las patas. Otro síntoma es la vasculitis o necrosis en la punta de las orejas.
¿Cómo detectarla y prevenirla?
Se usan varios métodos de diagnóstico, como el test serológico solo fiable en fases avanzadas de la enfermedad. Kits rápidos de muestra de sangre con resultados rápidos de presencia de anticuerpos de leishmania, pero no aportan la cantidad de protozoos, ni el estado de la infección. El más fiable es el examen parasitológico, con muestras de médula ósea o nódulos linfáticos.
La prevención es la mejor medicina para la leishmaniasis canina, con collares de repelentes y pipetas antiparasitarias para evitar las picaduras de insectos. También hay vacuna contra esa enfermedad, se coloca cuando los resultados son negativos y no es totalmente fiable.
Los westy deben protegerse contra esa enfermedad por riesgo de un 20% y es un porcentaje en aumento sí vive en zonas periurbanas, cálidas o rurales. Es mejor no dejarlos fuera de casa, protegerlos con insecticidas y cumplir con chequeos de su veterinario.
Tratamiento
Para evitar la muerte en los perros infectados, es necesario aplicar tratamiento permanente con Antimoniato de Meglumina que evita la mayor reproducción del parásito y otros como Anfotericina B, Pentamidina, Miltefosina, Aminosidina y Alopurinol para suprimir síntomas, eliminar riesgo de transmisión y dar a las mascotas mejor calidad de vida.