Falta de apetito en perros

En algunas ocasiones los perros pueden cambiar por completo su comportamiento en cuanto a la comida, es decir, comienzan a presentar falta de apetito y si no ingieren los alimentos que necesitan, esto puede afectar su salud, sin duda un gran problema. Conviene conocer cuáles son las razones que lo originan y cómo remediarlo.



¿Por qué un perro deja de comer?

La falta de apetito en los perros tiene un gran número de causas, puede deberse a un gran número de factores como el uso de fármacos, enfermedades, cambios en su ambiente, problemas emocionales, entre otros.

La misma dieta

Es importante variar los alimentos que se proporcionan a los perros, en ocasiones cuando la dieta permanece igual durante mucho tiempo se aburren o se cansan de ello y optan por dejar de comer, es importante variar los sabores.

Por ejemplo, si se les da el mismo pienso durante largo tiempo o si la dieta se centra solo en alimento seco, también puede comenzar a rechazarlo y dejar de comer, conviene  incluir tanto alimentos húmedos como secos.

Alimentación inadecuada

La alimentación debe estar siempre ajustada a las necesidades de cada perro, un cachorro no tiene los mismos requerimientos que un adulto por ejemplo, así que es preciso variar la dieta para garantizar que responda a las exigencias de su cuerpo en cada etapa.

En suma, un can puede dejar de comer, luego de ingerir alimentos que resultan dañinos como insectos o restos de la basura, incluso comida humana, pues muchos de los ingredientes de la dieta humana resultan nocivos para ellos, esto suele generar dolor de estómago haciendo que su apetito se reduzca. Es muy importante garantizar que tenga los correctos hábitos alimenticios.



Problemas de comportamiento

En ocasiones los perros pueden tener experiencias negativas y a partir de ello, relacionar la comida con algún sentimiento desagradable, haciendo que pierdan el apetito. Igualmente, pueden sentirse incómodos en el ambiente para comer, ya sea porque necesitan un lugar más tranquilo o sin la presencia de muchas personas u otros perros.

Cambios en la rutina

Los perros también son sensibles a los cambios en su rutina, cualquier cambio dentro de casa, la llegada de un nuevo miembro, una mudanza, entre otros, pueden hacer que se desestabilicen y dejen de comer.

Edad avanzada

Cuando los perros envejecen, su cuerpo y sus sentidos cambian y su nivel de actividad se reduce, así que pueden rechazar varios alimentos o incluso dejar de comer.

Vacunación

Las vacunas generan cambios en el sistema inmunológico de los perros y por lo tanto, los canes presentan cierto desequilibrio en su cuerpo, teniendo como consecuencia la falta de apetito, aunque solo durante 48 horas después.

Parásitos

Los parásitos intestinales generan malestar en los perros y por ende, dejan de comer, de allí la importancia de brindarles atención médica a la brevedad para eliminar el problema.

Problemas bucales

Los problemas bucales como la caries, alteraciones en las encías como gingivitis, enfermedades periodontales, tumores y otros relacionados, hacen que los perros dejen de comer, ya que pueden producirles dolor o molestias y prefieren evitar masticar.

Enfermedades

Varias enfermedades pueden causar la falta de apetito en perros, por ejemplo, problemas intestinales, alteraciones en el hígado, insuficiencia renal y cáncer. Incluso, problemas a nivel psicológico como el estrés, la ansiedad y la depresión puede hacer que un can deje de comer. Igualmente el uso de algunos fármacos también puede disminuir el apetito en los perros.



¿Qué hacer cuando un perro tiene falta de apetito?

Los pasos para resolver la falta de apetito en perros, como nuestros westies, son:

  • Estar al pendiente de su comportamiento, si hace algo fuera de su rutina. También analizar su entorno, si hay algo fuera de lo usual que pueda generar incomodidad en el perro.
  • Revisar su cuerpo para verificar si tiene parásitos o alguna señal sospechosa, también analizar sus dientes.
  • Ofrecer al perro una comida distinta, pueden ser trozos de carne de pollo, ternera o pavo tibios o un poco de yogur por ejemplo, algo que le resulte apetitoso.
  • Elegir piensos de calidad, es decir, aquellos cuyos ingredientes sean de primera y le proporcionen todos los nutrientes que necesitan.
  • Alternar el pienso con comida húmeda, nunca mezclarlas en una misma porción.
  • Llevarlo al veterinario para garantizar que todo esté bien con el perro.